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Primeros años
Rompiendo convencionalismos
Amor y compasión llevados a la acción
Sede Internacional – Amritapuri Ashram, Kerala India

Primeros años

Amma nació en 1953 en un pueblo pesquero pobre de Kerala, en el seno de una familia humilde de pescadores. Su padre [Sugunanandan] vendía pescado para ganarse la vida. Su madre [Damayanti] cuenta que la niña no nació llorando como suelen hacerlo los bebés, sino con una sonrisa radiante en la cara. Le pusieron el nombre de Sudhamani (Joya Ambrosial).

Ya de pequeña era evidente que era única. A los seis meses ya caminaba y hablaba, y a los tres años no paraba de cantar. A los cinco ya componía himnos hermosos y extraordinariamente profundos a su amado Krishna y llamaba la atención por la cantidad de horas que pasaba en meditación profunda a orillas del mar.

Amma no sintió nada extraño cuando vino a este mundo. Todo le era completamente familiar, y cuando uno lo sabe todo sobre el mundo, sólo puede sonreír.

 

"Cuando uno contempla el universo entero como un juego de la Conciencia, ¿qué otra cosa puede hacer sino sonreír? "

- Amma

 

Sudhamani encantaba y deleitaba a todos los que la rodeaban. Pero a medida que crecía, sus divinos estados de ánimo, que incluían frecuentes estados meditativos, cantos y danzas extáticas junto a la orilla del mar, empezaron a molestar a su familia. A la temprana edad de cinco años, Sudhamani ya era objeto de severas reprimendas. Como parte de su trabajo, tenía que recoger comida para las vacas de la familia. Recorría los pueblos, recogía hierba y visitaba las casas de los vecinos para pedir cáscaras de verduras y restos de arroz para las vacas. En esos momentos, veía muchas cosas que la preocupaban. Vio que algunas personas pasaban hambre, mientras que otras tenían más que suficiente. Vio que mucha gente estaba enferma y sufría dolores intensos, sin poder permitirse ni un analgésico. Y se dio cuenta de que muchos ancianos estaban desatendidos y eran tratados con dureza por sus propias familias. Su empatía era tal que el dolor de los demás le resultaba insoportable. Aunque sólo era una niña, empezó a plantearse la cuestión del sufrimiento. Se preguntaba: ¿Por qué sufre la gente? ¿Cuál es la causa subyacente del sufrimiento? Y sintió tan poderosamente la presencia de Dios en Su interior que quiso tender la mano y consolar y elevar a aquellos que eran menos afortunados que Ella. En muchos sentidos, fue entonces cuando la misión de Amma comenzó. Compartía su comida con los hambrientos, y bañaba y vestía a los ancianos que no tenían a nadie que cuidara de ellos.

Los padres de Amma no podían entenderla.La castigaban cuando regalaba la comida y las pertenencias de la familia a los pobres, pero Sudhamani no dejaba de hacerlo.

Amma lo explica así: En la India se espera que las mujeres se queden en un segundo plano. Se dice que ni siquiera las paredes deben oírlas. Mi familia no podía entender mi forma de llegar a la gente; no conocían los principios espirituales básicos.

Pero Amma no sólo siguió con su actividad de ayudar a los demás, sino que también empezó a abrazar a la gente de forma espontánea, para consolarles de sus penas. Respondiendo a su afecto, todos comenzaron a llamarla Amma (Madre). A su vez y de manera natural, ella les llamaba hijos.