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Las tres Gunas.
Introducción.
Capítulo 1

    Las 3 Gunas, introducción

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    Según el hinduismo, las gunas son las tres cualidades de las que está compuesto el universo:
    Son elementos inseparables que se combinan en diferentes proporciones para formar los objetos materiales.
    Cada uno de ellos no puede existir sin los otros. Se hallan presentes en los distintos grados de la materia burda y sutil, incluyendo la mente y la energía del universo.
    Estas cualidades se mueven en el nivel físico, emocional y mental, en todo el universo ―denominado prakriti (‘naturaleza’) o maiá (‘ilusión’)― pues abarcan todo lo existente.

    Según la filosofía yóguica, todo el universo se puede dividir en 2 categorías principales: Prakriti (Maya o Ilusión) y Purusha (Realidad). Según esta filosofía, todo lo que es cambiante, que no es infinito, es parte de Maya. Purusha, por otro lado, es la única realidad, es el único elemento inmutable del universo: el Ser, el alma. Todo dentro de Prakriti, el mundo ilusorio, consta de tres gunas (cualidades). Estas tres cualidades están presentes en todos los objetos en varios grados, una cualidad siempre está más presente o dominante que las otras. Las tres gunas son Sattva (pureza), Rajas (actividad) y Tamas (oscuridad, destrucción). Las gunas están presentes en todo; humanos, comida, objetos animados e innatos o inanimados.

    Solo el alma es eterna, mientras que Maya o Prakriti son cambiantes e ilusorios (irreales). La dificultad radica en ser capaz de discriminar entre lo real y lo irreal. Ese es el objetivo final del Yoga: ver más allá de la ilusión y ver la realidad. Solo una persona que es capaz de ver la realidad puede alcanzar la etapa de Samadhi o Iluminación.

    ¿Podemos influir en las tres gunas?

    Nosotros, como seres humanos, tenemos la posibilidad de cambiar conscientemente los niveles de gunas en nuestro cuerpo y mente. Al alterar la presencia e influencia de objetos externos, estilo de vida y pensamientos, podemos aumentar o disminuir las gunas. Cualquiera que sea el predominio de la guna afectará la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Afectará el comportamiento, la actitud, las acciones, los apegos, etc. Por ejemplo, una persona que es predominantemente tamásica verá todo como negativo y destructivo. Una persona que es más sátvica, por otro lado, percibirá el universo como positivo y encontrará alegría y felicidad en todo. Sin embargo, la mente es muy inestable y puede fluctuar muy fácilmente de una guna predominante a otra.

    Tratemos de comprender más claramente la diferencia entre cada una de las gunas y cómo puede estimular una más que las otras.