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Las tres Gunas.
Introducción.
Capítulo 6

    Las 3 Gunas, introducción

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    Los tres gunas

    Esta Naturaleza manifiesta que compone el mundo que percibimos posee tres cualidades fundamentales (gunas) que están presentes en todos los elementos (burdos y sutiles) y seres (incluido cada uno de nosotros) del Universo. Se explica que antes de la creación del Universo estas cualidades están en equilibrio, pero cuando entran en movimiento y se activan forman todo tipo de combinaciones, por lo que en todos los objetos siempre existirán los tres gunas, aunque habrá uno que prevalecerá sobre los demás. Es decir, en todos los elementos y seres hay una tendencia simultánea a la integración, a la desintegración y una fuerza neutralizadora que es la actividad.
    Entonces, los tres gunas y sus características correspondientes son:

    Si uno mira su propia personalidad, sus propias acciones, actitudes y pensamientos, notará que posee estas tres cualidades en mayor o menor grado. Si uno mira los objetos también podrá notarlo, siendo una piedra más tamásica, por ejemplo, que el sol, que es luminoso y, por tanto, sáttvico.
    Evidentemente, el guna que más conviene cultivar en la vida es sattva, ya que sus características son las que poseen un carácter más espiritual y, por consecuencia, nos acercan más a la felicidad real.

    Trascendencia

    En los clásicos Yoga Sūtra de Patañjali se hace mucha referencia a los gunas y a la importancia de trascenderlos, pues en la medida en que uno esté apegado a los vaivenes transitorios de la Naturaleza material no podrá ser permanentemente feliz. En tiempos modernos esto no significa, necesariamente, renunciar a la vida mundana y mudarse a una cueva en la montaña, «el mundo es un campo de entrenamiento donde aprendemos a usar el mundo sin apegarnos… La forma de comenzar es con el sentimiento: ‘Todo es doloroso. Voy a desapegarme. No me involucraré en ello. No me acercaré al mundo con motivos egoístas’. Una vez que logras esto, ves con una visión diferente. Comienzas a utilizar el mundo para otro propósito y experimentas felicidad».
    Por su parte, en la Bhagavad Gītā el Señor Krishna exhorta a trascender los gunas y dice que al hacerlo uno se «vuelve inmortal» (Bd.G. 14.20), en el sentido que se trasciende la naturaleza material para identificarse con el Ser absoluto que es Brahman.
    Y ante la pregunta de Arjuna sobre ‘cómo hacer para trascender los gunas‘, Krishna aconseja el servicio devocional hacia lo Divino, lo que implica actuar siempre con Dios en el corazón, como si cada acción fuera para Él.

    Actitudes

    De todos modos, y sin despreciar el ideal de trascendencia de los tres gunas, quizás es más asequible al inicio del camino espiritual el fomentar las cualidades sáttvicas de cada uno, ya que están relacionadas con la felicidad, la serenidad y el conocimiento. Se explica en la Gītā que también esto puede causar apego (Bd.G. 14.6), ya que se trata de una felicidad identificada con el mundo material y, por tanto, destinada a perecer. Otro riesgo de la personalidad sáttvica es el orgullo por lo conseguido y el sentimiento de superioridad.
    Cuando las tendencias rajásicas predominan, dicha persona tiene codicia, deseos ilimitados y anhelos; a la vez que realiza acciones materiales para satisfacer esos deseos sensoriales. Es inevitable recurrir a la actividad para sobrevivir, pero el riesgo está en la sobre-actividad que genera ansiedad y, sobre todo, en si dicha actividad está basada en una quietud interior o no.
    Las características tamásicas son indolencia, sueño, error, negligencia, ignorancia. Incluso se habla de locura o insensatez. No se citan aspectos positivos de esta tendencia en cuanto al comportamiento humano.